19 marzo 2009

Evil Ed, ¡Descansa en pedazos, hijo de puta!

Carlito's

Título original: Evil Ed
Género: Terror / Humor negro
País: Suecia
Duración: 90 minutos aprox.
Año: 1997
Director: Anders Jacobsson
Guión: Anders Jacobsson y Göran Lundström
Intérpretes: Cecilia Ljung, Johan Rudebeck, Olof Rhodin y Per Löfberg
Fotografía: Anders Jacobsson
Producción: Anders Jacobsson

Sinopsis:
El encargado de montar las demenciales películas de una productora gore, enloquecido por lo perturbado de las imágenes que tiene que montar un día tras otro, decide inmolarse junto a rollos y rollos de celuloide enfermizo. El director de la productora, en un alarde de saber hacer, elige para el puesto a otro montador, Eddie, que hasta ahora sólo se había dedicado a montar dramas de autor.
Al quedar la sala de montaje de la productora inutilizable, el director le da las llaves de su casa de campo a Eddie para que haga allí su trabajo.
Pero este pequeño cambio de género no parece sentarle bien a Eddie, que empezará a sufrir alucinaciones y a desarrollar una personalidad maníaca y paranoide, con las divertidas consecuencias que eso conlleva.

Comentario:
Este splatter de culto, muy en la línea de las locuras ochenteras tipo Evil Dead, es una de las más divertidas películas de este denostado (y con razón) género. Un buen ejemplo de cómo hacer una película con cuatro duros y un par de amigos.
El inicio nos prepara para lo que vendrá después: momentos puntuales de gore (bastante bien resueltos), personajes demenciales, humor negro y frases enmarcables. Un montador de cine sangriento se vuela la cabeza (con una granada) porque ya no aguanta más. Y lo hace delante de su jefe, quien lejos de asustarse, le dice que no tendrá pelotas y, cuando lo hace, con la sangre y los sesos salpicándole la cara, le suelta la gran frase, “Estás despedido”.
Debido a la falta de tiempo y al éxito de la serie de películas gore que produce, Miembros sueltos, eligen a un montador de otra sección, nuestro buen amigo Eddie, que sólo se había ocupado de montar dramas en blanco y negro, para que termine el trabajo. Eddie nos es presentado como un hombre pulcro y eficiente, moralista y de buenas costumbres. Como hay falta de espacio en el estudio, el director le ha preparado en su casa de campo todo lo necesario para que trabaje.
Una vez allí, vemos cómo el visionado de todas las escenas escabrosas va minando poco a poco la mente de Eddie. Su personalidad va cambiando, torciéndose, hasta que comienza a ver visiones de tías buenas, monstruos y un hombre que le dice que tiene que acabar con la depravación del mundo. La película empieza a ser realmente divertida cuando Eddie cae en las garras de la demencia, gracias sobre todo al buen hacer de Johan Rudebeck (quien sobresale sobre los demás “actores”), que nos lleva a la perfección hasta la completa locura de Eddie. Realmente este hombre es uno de los puntos fuertes de la película.
A partir de este punto, comienzan las alucinaciones con monstruos y demonios y las divertidas muertes e idas de olla.
La primera víctima es el propio director, que visita a Eddie justo cuando se le termina de ir la olla por completo y se imagina que su jefe es un diablo que quiere arrastrarle al infierno. Al principio huye (con una escena que es un claro homenaje a Evil Dead, cámara recorriendo el túnel con soniquete de fondo), hasta que la voz vuelve a hablarle. Le rompe el cuello a su director, lo descuartiza y lo mete en bolsas de basura que luego esconde en una escena bastante curiosa.
El siguiente en recibir es Nick, el repartidor, al que deja vivo después de apalizarle para intentar enderezar su comportamiento. Luego caen dos ladrones bastante capullos que entran a robar en la casa. La cabeza de uno de ellos sale volando y cae en la casa de la vecina, que se despierta y llama a la policía cuando la encuentra. También se ven enredadas en esta demencia la mujer y la hija de Eddie, que deciden ir a verle a la casa, ya que ha faltado al cumpleaños de su hija. Eddie las persigue por la casa, hasta que la mujer consigue meterle un tiro antes de que se la cargue. En la siguiente escena, se lo llevan a un hospital, gritando, totalmente enloquecido.
Después de curarle las heridas, al despertarse del sedante, ve a la doctora como si fuera un demonio (otro claro homenaje a Evil Dead) y se vuelve loco de nuevo, y con una fuerza sobrehumana, porque levanta a la doctora con un brazo y la tira por los aires. Se coloca una bata de médico y se pone a andar por los pasillos, hasta que encuentra la habitación donde está Nick, acaramelado con su novia. Al ver cómo ella quiere devolverle al mal camino, se la lleva de allí a rastras para hacerla Dios sabe qué.
En ese momento llega un escuadrón de fuerzas especiales o algo así. Mientras, Nick va busca de su novia para intentar salvarla. En esta parte hay tiros, peleas y personajillos. Eddie consigue cargarse a todo el escuadrón, incluido el sargento (o lo que sea) en una escena duelo tipo western, con la cámara siguiendo la trayectoria de las balas incluida. Eddie, por fin, se acerca a la chica para terminar el trabajo, pero entonces tiene una nueva visión que le dice que ha fracasado, y cuando va a asestarla el golpe de gracia al vampiro que cree ver, Nick le vuela la mano con la escopeta del sargento. Esta es una de las muertes que más me gustan. Le vuela el brazo con la escopeta, y antes de reventarle la cabeza, Nick suelta la mítica frase “Descansa en piezas, hijo de puta”. La voz de Nick cierra la película con una peculiar reflexión.
Se le achacan varios fallos de ambientación, dirección, reparto y las carencias evidentes del guión. Y ciertamente los tiene, por no hablar de la extraña iluminación azul que predomina en toda la película, aunque sobre todo en la parte de la casa. Pero no por eso deja de ser menos divertida.

Serie B de pura cepa, con bajísimo presupuesto, actores de cuestionable talento (amiguetes, en realidad), mucha sangre y amputaciones, situaciones surrealistas, humor negrísimo, diálogos enmarcables y constantes referencias al cine de serie b, como los posters y carteles que salen en todos lados, los apellidos de algunos protagonistas (el director se llama Sam Campbell) y los homenajes a Evil Dead, como las escenas de cámara en mano recorriendo los lugares y la paliza con platos que le da al ladrón. Referencias también a los géneros de serie b, hay un asesino, el hombre que se va volviendo loco, monstruos y demonios (aunque sean visiones), el padre que quiere matar a su familia, incluso el doctor loco cuando Eddie se pone la bata y trastea con el instrumental. En fin, diversión a raudales para todos los que gusten de estos sabores tan elevados. Imprescindible.

17 marzo 2009

El Vengador Tóxico

Petapulpos

Título original: The Toxic Avenger
Género: Terror, Gore, Humor Negro
País: Estados Unidos
Duración: 100 minutos
Año: 1985
Director: Michael Herz, Lloyd Kaufman
Guión: Lloyd Kaufman, Joe Ritter
Intérpretes: Andree Maranda, Jennifer Babtist, Mitch Cohen y Robert Prichard
Fotografía: James A. Lebovitz
Producción: Troma Films

Sinopsis: Melvin es accidentalmente lanzado contra unos barriles de desecho tóxico y se transforma en una criatura graciosamente deformada, de talla y fuerza descomunal con el deseo de hacer el bien y defender al pueblo de Tromaville de la corrupción y el mal.

Comentario:
Se trata de la primera parte de la tetralogía producida por Troma, que nos cuenta la historia de Melvin, un friega suelos un poco tonto que por un accidente con residuos tóxicos se llega a convertir en Toxi, el azote del crimen en Tromaville, quien deja un mocho a su paso para que sepan que quien está limpiando las calles es el Vengador Tóxico, un descomunal engendro fuerte como tres hombres, difícil de mirar por decirlo suavemente y, lo peor, es que va vestido con un tutú rosa monísimo. Estos ingredientes los aderezamos con poco presupuesto, actores bastante malos, actrices salidas de una película porno cutre y un guión escrito en una servilleta de bar. Con este resultado os hago un pequeño análisis.
Empecemos con la transformación del asesino de la mopa como le llamo yo desde que vi la peli por primera vez. El tal Melvin se cae por una ventana justo en un bidón sin tapar de residuos tóxicos. Después sale del mismo, gritando y retorciéndose de dolor. Un poli le echa la zarpa encima y empieza arder. A ver, no es por meterme en la profesionalidad de las fuerzas del estado pero, desengañémonos, ningún policía nos tocaría en esas circunstancias.
La gente, en vez de echarle agua o algo mira con cara de tonto o se ríe de él, hasta que el muchacho se levanta y se pone a correr, pareciéndose a la antorcha humana (creo que alguien leyó muchos cómic al escribir el guión). El culmen de la transformación llega en el cuarto de baño de su casa, dentro de la bañera. Y la cuestión es: ¿cómo pasa toda la casa dejando solo unas huellas en la alfombra que parecen de alguien que ha estado ardiendo? En serio, no lo entiendo…
Una de sus primeras hazañas es en un restaurante mexicano, aunque con un toque asiático, ya que tiene katanas en la pared. Es una tarde tranquila hasta que aparecen tres esperpénticos ladrones, uno pintado como si se hubiera escapado de Alicia en el País de las Maravillas, otro que juguetea con una navaja y se cree una estrella del rock y el último que se cree el Harry el Sucio con su magnum 386. Entonces sale el típico héroe de baratillo al que revientan el pecho y vuela tres metros. Después, uno coge a una pobre cieguita (pero que está muy buena) y la levanta la falda y empieza un intento de violación con bamboleo incluido con bragas y pantalones aún puestos (un poco imposible y patético). Ahí es cuando aparece el verdadero y genuino héroe de Tromaville, Toxi. Tras una pelea en la que la estrella del rock pierde el brazo, con un efecto, digamos, mejorable, los tres terminan metidos en la cocina. Al que parece miembro del ejército de la Reina de Corazones le hace un batido de cerebro coronándolo con una guinda… todo un profesional este Toxi. El intento de Harry, sus manos son tristemente confundidas por unos nachos y las mete en la freidora hasta que pierde el sentido. Y a la estrella del rock, tras romperle todos los huesos habidos y por haber, le mete en el horno como si fuera un pollo para dejarlo bien asadito. Tras la pelea, Toxi se va con la ciega e intiman. Una buena forma de conseguirle novia a nuestro héroe. Tras unas citas con nuestro justiciero, tienen relaciones. Y esto me lleva a las siguientes cuestiones. Si se ve que Toxi mea residuos tóxicos, ¿qué clase de semen puede tener una criatura así? Vale, entiendo que hayan querido hacer a la criatura todo lo extraña que quisieran, pero si se pone a “disparar”, supongo que serán balas radiactivas. Tal vez sea retorcido pero tiene sentido.
Ahora comentaré unos episodios que les ocurren a lo largo de la película a los cuatro amiguitos que se reían de Melvin y que por su culpa se transformó, y que tienen miga. Empecemos con un paseo en bici interrumpido por un atropello. Doy este dato porque ese atropello es para verlo varias veces. ¡Hacedlo! Los cuatro amiguitos, como habréis imaginado, se dedican a atropellar a todo lo que se les cruza en su camino. Según a quién atropellen, unos dan más o menos puntos, y a las chicas las pone cachondas fotografiar los cadáveres. La primera en ser castigada es la mas perturbada del grupo, ya que de masturba con las fotos. Está con su tema en la sauna cuando es sorprendida por Toxi, que la coge en volandas y la pone encima de las piedras calientes quemándola todo el culo. El segundo castigo es también para la otra tía, que tras una persecución por todo el gimnasio, cuando es arrinconada, se corta en un fundido en negro y te quedas con las ganas de saber qué la hace. La peor parte se la llevan los dos chicos que, tras robarle a una mujer el coche dándole una salvaje paliza, se ponen a buscar un blanco para sus tropelías y entonces aparece Toxi que, cuando va a ser atropellado, salta y se encarama al techo del automóvil. Tras unos intentos de quitarse de encima a nuestro vengador, éste saca al menos zumbao de los dos del coche tirándole a la carretera y dejándolo muerto en la cuneta, para entrar dentro del coche. Tras una larga vuelta por la ciudad causando un montón de accidentes, y justo cuando nuestro amigo tóxico arranca el volante, entran en un parque infantil al lado de un terraplén y caen asta él. El coche explota y se consume en un incendio quedando el chasis prácticamente intacto, cuando las llamas se apagan sale el Vengador Tóxico sin que ni siquiera su tutú se chamuscara ni un poquito.

Para terminar amigos de la serie B, lo haré diciéndoos que bajo mi humilde opinión es una película buena, tiene sus fallos tanto de grabación como de guión, pero, ¿qué película de bajo presupuesto no los tiene? Además, ver esta película es una experiencia que os recomiendo.